Seguimos compartiendo los testimonios de los jesuitas que serán ordenados diáconos el próximo 9 de abril. En esta ocasión, Nuno Branco, jesuitas portugués
¿Quién eres?
Soy Nuno Branco, portugués natural de Oeiras (una ciudad muy cerca de Lisboa) pero he vivido muchos años en el sur de Portugal, Évora hasta que entré en la Compañía de Jesús en 2002. Hice la carrera de arquitectura en Lisboa porque tenía (y tengo) un especial encanto por el arte, la expresión y la creatividad artística y el hecho de ser arquitecto me posibilitó la oportunidad de desarrollar esta sensibilidad. Terminados los estudios volví a Évora para trabajar ya como arquitecto a lo largo de poco más de un año. Ahí estuve trabajando con un equipo multidisciplinar en el área de la arquitectura, del urbanismo y de la recuperación del patrimonio. En 2002 entré en la Compañía, hice el noviciado en Coimbra (2 años), estudié filosofía en Braga (2 años) y después me enviaron como profesor y pastoralista al Colegio São João de Brito (también por 2 años). En este momento, testoy terminando la primera parte de la Teología en Madrid y los próximos dos años estaré estudiando en Paris – en el Centre Sèvres – en la especialidad de la Teología Espiritual en dialogo con el arte y con la estética.
¿Por qué jesuita?
No es una pregunta de fácil respuesta Tardaría muchísimo tiempo para contestarte y para contestarme porque es una pregunta que se mantiene: ¿por qué Dios me ha elegido? Bueno, pues como te decía, entré en la Compañía en 2002, pero en 1999 mi hermana Joana – la única que tengo – entró en un monasterio de clausura (las carmelitas) y me regaló un libro sobre la oración “si tú supieras el don de Dios” la afirmación que Jesús hace a la samaritana. Confieso que miré este libro y le pregunté a mi hermana sino tenía otro libro más interesante que ofrecerme. Pero la verdad es que sin que nadie lo supiera me leí este libro en dos días con la sensación de estar encontrando la respuesta profunda para mi vida. Curioso…como si un libro pudiera entenderme más que cualquier persona. El problema fue que, después de leer este libro, me he preguntado: y ahora, ¿Dónde voy encontrar otro libro como éste? Me dí cuenta que el autor del libro tenía un “sj” justo después de su nombre…bueno, quizás tendría ahí alguno dato importante y entonces busqué libros que tuvieron un “sj”. Con el tiempo he descubierto que este enigmático “sj” se refería o sería la identidad de un jesuita y los busqué a ellos, los jesuitas, para saber quien serían. Un año de discernimiento y de lucha fue el tiempo para darme cuenta que me sentía llamado a entregar mi vida a Aquel que me había salvado en años anteriores. Soy jesuita por respuesta al amor de Dios que me llama y que me salva continuamente. En otras palabras, ser jesuita es mi forma de vivir agradecido.
¿Qué supone para tí ser ordenado diácono?
Esta pregunta es, todavía, más difícil que la anterior. En primer lugar, ser ordenado diácono supone para mí una fuerte experiencia de alegría serena y de un enorme deseo. Por tanto, este momento de la ordenación es para mí un motivo de entusiasmo y de confianza en Dios. En segundo lugar, me sigo reconociendo pecador y por tanto me doy cuenta, en lo concreto y en mi vida, que no soy dueño de mi vocación ni tampoco estoy en la Compañía por mis fuerzas o por mis éxitos, sino que el Señor me llama y yo respondo. Y creo, por tanto, que todo esto provoca en mí una experiencia fuerte de libertad porque las cosas en mi entorno se van relativizando cuando me acerco al Señor y a la ordenación. Creo que esta experiencia de relativizar no me aleja de la realidad y de las preocupaciones serias de las personas, sino que me lleva a leer e interpretar estos acontecimientos a la luz de Dios. Así, como he sido salvado por Dios entrego mi vida para salvar a la gente que busca un sentido.
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