30 marzo 2010

PLEGARIA AL CORAZÓN DE CRISTO

Corazón de Jesús, que sabes despojarte de tu rango por amor haciéndote uno de tantos, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús, que no te aferras a tu categoría de Dios, sino que asumes la condición de siervo por amor, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, entregado por nosotros, samaritano del mundo, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, grano fecundo de trigo en el surco de la historia, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús, entregado en la Eucaristía como ofrenda filial de amor al Padre, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, que lavando los pies a tus amigos nos invitas con tus gestos al servicio fraterno, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús, exaltado y triunfante sobre el egoísmo y el desamor de la humanidad, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús, que de criador has venido a hacerte hombre y de vida eterna a muerte temporal, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, que clavado en la cruz, de tu costado manó sangre y agua, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, que en lo alto de la cruz atraes hacia ti y fascinas todas nuestras miradas, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús abierto en la cruz, que nos entregas tu Espíritu, el Espíritu de la filiación, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo atravesado por nuestros delitos, que nos amas y te entregas en cuerpo y sangre por cada uno de nosotros, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús, manantial oculto de donde mana para todos la nueva vida, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús, tesoro escondido de dimensiones y riquezas inabarcables, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, que renuevas la confianza con los tuyos y vienes a ellos con el oficio de consolar, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, amor oculto y vivo que nos abre el corazón del Padre, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Jesús resucitado, fuerza para nuestra debilidad y derroche de esperanza para todos, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Corazón de Cristo, el Viviente, que nos haces tocar tus heridas para sanar en profundidad las nuestras, R/ Danos un corazón semejante al tuyo

Padre bueno, que has querido entregarnos el tesoro de tu amor en el corazón atravesado de tu Hijo, el Amado, danos “interno conocimiento” de su amor, para que podamos gozar de un corazón semejante al suyo. Por medio de María, nuestra Señora, te lo pedimos en el Espíritu del Amor. Amén

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