09 diciembre 2009

Caleb y la crisis de los 40

Cuenta la historia que Moisés escogió a 12 israelitas para que se adentraran en la tierra de Canaán y exploraran la tierra que Dios les había prometido. Uno de aquellos exploradores era Caleb que para entonces contaba con 40 años y se estrenaba en la crisis de la mitad de la vida.

Todo empezó cuando regresaron de su expedición y le aseguraron a Moisés que sería imposible tomar posesión de la tierra prometida: unos gigantes la habitaban y vencerían al Pueblo. Sólo Caleb se mantuvo firme en su determinación de ir a la conquista de Canaán apoyado en la certeza de que Dios les sería propicio.

Pero no pudo ser. El miedo se impuso. ¿Qué hacer entonces? Caleb necesitó tiempo para aprender que, en realidad, los gigantes con los que tenía que luchar estaban dentro de él. Cuando la frustración de lo deseado se le hizo presente, emergieron esos gigantes y tuvo que irlos nombrando uno a uno para hacerles frente.

Esta lucha anónima y desapercibida para muchos le llevó otros 40 años. Había comprendido que la conquista que tenía que realizar no estaba fuera de él, sino dentro. Se ve que la primera mitad de la vida te la pasas intentando conquistar todo lo que se te pone por delante como si la vida te fuera en ello. Algunos lo llaman apasionamiento... empiezo a dudarlo.

Caleb, ya anciano salió de aquella lucha fortalecido y se presentó ante Josué pidiéndole que le dejará volver para conquistar aquel lugar.

Y es que, como Caleb, cuando llegas a la mitad de la vida te empiezas a dar cuenta que el combate no está fuera sino dentro de ti mismo. Hasta ese momento has sentido la imperiosa necesidad de proyectarte hacia fuera, ahora necesitas echar raíces hacia dentro. Es un giro de 180º que te sitúa de otra manera. Sucede de un modo inesperado a partir de cualquier situación que se cuela con la fuerza de la gota de agua capaz de erosionar hasta la roca más dura.

Todo un aprendizaje. Así lo canta la letra de esta canción: "Dame este monte y con mis fuerzas lo he de tomar. Cumpliré mi promesa. Yo he sido creado para luchar. No habrá gigante que me haga dudar y mi bandera he de alzar"
p


No hay comentarios :

Publicar un comentario