Que empeño el nuestro de querer tenerlo todo claro y cuantas justificaciones esconde este empeño. "No lo tengo claro". "No lo veo claro". No sería más fácil ser honestos con nosotros mismos y con Dios y dejarnos de medias tintas. Lo único que se nos pide ahora es dar el siguiente paso... luego, Dios dirá.
¡Cómo me siento identificado con esto!
ResponderEliminarSoy uno de esos jóvenes que lleva ya unos años preguntándose si debería hacer lo que Dios quiere que haga, y que se pasa el día dudando. El temor no siempre es malo, muchas veces nos permite mirar las cosas más profundamente y de una manera más reflexiva pero deja de ser tan bueno, cuando nos paraliza.
Mi miedo es muy claro. La vida religiosa es entrega- los cuatro votos de la Compañía son entrega de uno mismo a Dios y a los demás, que es lo mismo. Pero- en mi caso- ¿serían mis votos verdadera entrega o claudicación? Mi necesidad de algo más, de otro camino distinto al que se supone en mi pequeño mundo que debo seguir,¿es llamada de Dios o es cobardía de hombre?
Pido a Dios que me ayude, que mis años van pasando y ya no soy tan joven.
Hola, ¿cómo están?
ResponderEliminarAnteriormente ya les escribí en el Facebook, les escribí sobre mis fuertes ganas de ser jesuita.
Estoy esperando mudarme a Lima para empezar el discernimiento, sin embargo respecto a tu post tengo una pregunta...
Tengo Fé, eso no lo dudo, lo que si me pregunto es lo que me dice toda mi familia siempre, ¿que hay con tener familia?... ahí es cuando entra la fé en creer lo que dijo el Maestro sobre la familia espiritual y las compensaciones que no son de este mundo...
¿La vida de quienes ingresan tiene dudas? ¿o están siempre seguros?
por otro lado, ¿es feliz la vida de sacerdocio?, a mí me plantean como que es algo sufrido y estoy dispuesto a seguirlo si es así inclusive, pero me gustaría saber mas sobre como es el día de un sacerdote...
Abrazo