24 junio 2009

Rogad al Dueño de la Mies

“Como la vocación es una gracia, lo primero que hay que hacer, si queremos vocaciones es orar, pidiendo insistentemente al Señor opportune et importune, que quiera dar a muchos la gracia de la vocación a la Compañía. Difícilmente encontraremos un objeto más urgente para nuestra oración que éste de las vocaciones" Padre Arrupe
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"Hijo de Dios, enviado por el Padre a los hombres de todos los tiempos y de todas las partes de la tierra, te invocamos por medio de María, Madre tuya y Madre nuestra: haz que en la Iglesia no falten las vocaciones. Jesús, único Salvador del hombre, te rogamos por nuestros hermanos y hermanas que han respondido "sí" a tu llamada al sacerdocio, a la vida consagrada y a la misión. Haz que su existencia se renueve de día en día y se conviertan en Evangelio vivo.
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Señor misericordioso y santo, sigue enviando nuevos obreros a la mies de tu Reino. Ayuda a aquellos que llamas a seguirte en nuestro tiempo: haz que, contemplando tu rostro, respondan con alegría a la misión que les confías para el bien de tu pueblo y de todos los hombres. Tú, que eres Dios, y vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén"

1 comentario :

  1. Queridos hermanos jesuítas:
    Me alegra,y siempre me alegró cumplir con este mandato del Señor:"la mies es mucha y los obreros son pocos, pidan al dueño del campo que envíe obreros a la mies".
    Yo creo que es el Señor el que quiere que pidamos, el Señor quiere las vocaciones consagradas, sino no nos daría este mandato.
    Por eso me uno a la oración de ustedes por las vocaciones jesuítas.
    Gracias por el blog.
    Saludos,
    hermana inés

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