“Como la vocación es una gracia, lo primero que hay que hacer, si queremos vocaciones es orar, pidiendo insistentemente al Señor opportune et importune, que quiera dar a muchos la gracia de la vocación a la Compañía. Difícilmente encontraremos un objeto más urgente para nuestra oración que éste de las vocaciones" Padre Arrupe
p
"Hijo de Dios, enviado por el Padre a los hombres de todos los tiempos y de todas las partes de la tierra, te invocamos por medio de María, Madre tuya y Madre nuestra: haz que en la Iglesia no falten las vocaciones. Jesús, único Salvador del hombre, te rogamos por nuestros hermanos y hermanas que han respondido "sí" a tu llamada al sacerdocio, a la vida consagrada y a la misión. Haz que su existencia se renueve de día en día y se conviertan en Evangelio vivo.
p
Señor misericordioso y santo, sigue enviando nuevos obreros a la mies de tu Reino. Ayuda a aquellos que llamas a seguirte en nuestro tiempo: haz que, contemplando tu rostro, respondan con alegría a la misión que les confías para el bien de tu pueblo y de todos los hombres. Tú, que eres Dios, y vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén"
Señor misericordioso y santo, sigue enviando nuevos obreros a la mies de tu Reino. Ayuda a aquellos que llamas a seguirte en nuestro tiempo: haz que, contemplando tu rostro, respondan con alegría a la misión que les confías para el bien de tu pueblo y de todos los hombres. Tú, que eres Dios, y vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén"
Queridos hermanos jesuítas:
ResponderEliminarMe alegra,y siempre me alegró cumplir con este mandato del Señor:"la mies es mucha y los obreros son pocos, pidan al dueño del campo que envíe obreros a la mies".
Yo creo que es el Señor el que quiere que pidamos, el Señor quiere las vocaciones consagradas, sino no nos daría este mandato.
Por eso me uno a la oración de ustedes por las vocaciones jesuítas.
Gracias por el blog.
Saludos,
hermana inés