21 mayo 2008

Tú me sondeas y me conoces

Señor, Dios mío, Tú me sondeas y me conoces. ¿Qué sé yo de mí mismo? Tanto ir y venir, escalar los cielos y bajar al abismo, interpretar la vida y saborearla ansiosamente, cazar sueños y vuelos vertiginosos y buscar la verdad oculta, el rostro interior de las cosas, aspirar a Ti, Señor, tener hambre de Ti, apasionadamente, y sentir el peso de mi egocentrismo, torpemente feroz. Tú me sondeas y me conoces. Aquí tienes mi corazón, Dios mío. Está en tus manos. Trátalo bien, Señor, con la ternura infinita de tu mirada, pues sólo Tú puedes atraer y liberar, apaciguar sus deseos e infundirle fuego de amor eterno. Tú, que sondeas el corazón y las entrañas, y lo renuevas todo en un instante. Aquí estoy, Señor, Dios míos, aquí estoy

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