Tras concluir su elección el nuevo Padre General se dirigió a la capilla de la Curia, donde ya le espera toda la Congregación. Allí presidió una oración en la que, tras el rezo de letanías de santos y beatos Jesuitas, elevó una acción de gracias y pidió la bendición para la Companía. La liturgia concluyó con una Salve y con otro aplauso espontáneo lleno de afecto. Así ha terminado el proceso de elección, comenzado hace cuatro días. 
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