Lleváis en vuestros
corazones el cuerpo de Cristo, como una divina levadura:
para
llenar toda criatura de su Presencia,
para
incorporarlas a su Ser,
para
hacer de cada uno, en cuanto es posible, su cuerpo y su sangre, y su sangre…
Id, la Eucaristía
no ha acabado mientras haya un hombre con hambre,
un
hombre esté triste,
un
corazón herido
o
un rostro cerrado,
mientras
Dios no sea todo en todos.
El universo está en
vuestras manos para ser consagrado por vuestro amor, y dirigido a su vocación
divina, que es la de amar y cantar.
“Todo es vuestro,
vosotros de Cristo y Cristo de Dios”.
Id, es la misión
divina a la mies de Dios: a recoger las espigas, dispersas en los campos, en un
solo pan vivo.
Id, Yo os envío y
estaré con vosotros cada día. Id.
Muy bueno. Quién es al autor?
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