14 marzo 2012

Oración de un jesuita


Ojalá, Señor, te llegue mi voz.
Aquí estoy.
Sin grandes palabras que decir.
Sin grandes obras que ofrecer.
Sin grandes gestos que hacer.
Solo aquí. Solo. Contigo.

Recibiré aquello que quieras darme:
luz o sombra. Canto o silencio.
Esperanza o frío. Suerte o adversidad.
Alegría o zozobra. Calma o tormenta.

Y lo recibiré sereno, con un corazón sosegado,
porque sé que tú, mi Dios estás conmigo.
Tú me has llamado
y me mantienes en tu Compañía.

Haz que otros puedan unirse a tu proyecto,
que desde hace años también es el mío.

Y así sigo, Señor.
Aquí, sin más, bebiendo de tu vida.
En silencio.
Contigo, con otros,
sabiéndote resucitado.

No hay comentarios :

Publicar un comentario