Señora del camino de nuestros primeros compañeros. Madre de nuestra vocación que acompañas tantos pasos de aquellos que siguen a tu Hijo allá donde les llama. Recibe en tu materno abrazo a quienes se sientan llamados a estar en la Compañía de tu Hijo. Enséñanos a oírlos y recibirlos, abriendo la puerta y el corazón, como tú, que te hiciste nido para que Dios esté con nosotros. Enséñanos Señora del camino a andar con ellos, a sostener dudas, a alentar deseos, hasta ver formado en ellos el vivo y luminoso rostro de Jesús, el Hijo bien amado. Amén.
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