Así terminamos los Ejercicios Espirituales. Ofreciendo todo lo que somos y tenemos para que el Señor disponga cuál es el camino por el que deberemos servirle. Mucho atrevimiento es este: dejar que sea él quien tenga la última palabra sobre nuestras vidas... ¿no tuvo también la primera palabra? Aquí podréis descargar la oración "Tomad, Señor y recibid", transformada en canto.
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