25 agosto 2013

Jàn Chryzostom Korec SJ



24 Agosto 1951 / Jàn Chryzostom Korec SJ, esloveno, es consagrado obispo clandestinamente en una pieza cerrada y oscura de la otrora Checoslovaquia a la edad de 27 años, convirtiéndose en el obispo más joven del mundo. Fue una ordenación episcopal, según se cuenta, “hecha con mucha prisa, en un apartamento con el miedo de que la policía política irrumpiera de un momento a otro”.

Durante nueve años desempeñó su misión de sacerdote y de obispo en una fábrica donde trabajó como obrero y después como guardián nocturno. En 1960 fue arrestado, procesado y condenado a doce años de cárcel. Fue recluido en un monasterio transformado en prisión, donde había otros seis obispos y doscientos sacerdotes.

En sus años en prisión celebró cada día la Misa, y cuando estaba en aislamiento, imaginaba hacer ejercicios espirituales. En 1968 con la “Primavera de Praga” salió de la prisión gravemente enfermo. Para ganarse la vida comenzó a trabajar como basurero en Bratislava. Por primera vez celebró la Misa en público.

En 1969 llegó la rehabilitación, con lo que pudo obtener un pasaporte para Roma, donde se encontró con Pablo VI, quien le entregó las insignias episcopales. En 1974, sin embargo, fue anulada la rehabilitación y fue de nuevo encarcelado, para cumplir los cuatro años que le faltaban de la primitiva sentencia. Liberado en seguida por sus malas condiciones de salud, siguió trabajando como obrero hasta los 60 años. En una entrevista concedida a una revista el 21 de febrero de 1987, afirmó: "No me atribuyo grandes méritos. Cuantos más años pasan, más veo claro que lo que tiene importancia pertenece a la gracia, es decir, a Dios".

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