Escucha bien lo que hoy te digo,
sal de tu miedo y óyeme,
pues cuando aún no habías nacido
Yo en ti ya me fijé.
Oh, mi Dios, sabes que el miedo me frena,
mira que no sé expresarme,
aún soy pequeño, déjame.
NO TENGAS MIEDO, A TU LADO YO ESTARÉ,
DONDE TE ENVÍE, JUNTO A TI ME SENTIRÁS,
EN TU BOCA MIS PALABRAS YO PONDRÉ,
NUNCA TE ABANDONARÉ.
Tendrás autoridad sobre los pueblos
para plantar y derribar,
tú te alzarás pues con mi fuerza
en voz del pobre te transformarás.
Oh, mi Dios, no desmayaré de nuevo,
aunque el peligro me aceche,
sé que tú me salvarás.
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