La pasada semana, la casa del
noviciado quedó desierta, no así la comunidad del noviciado ya que nos
mantuvimos unidos en la dispersión. Tanto novicios como formadores nos fuimos a
nuestras correspondientes misiones distribuidas por toda la península: Loyola,
Javier, Manresa, Alcalá de Henares, Salamanca y El Puerto de Santamaría fueron
nuestros destinos para esos días. Hemos pedido a uno de nuestros compañeros que
nos cuente su experiencia. Seguir leyendo...
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