15 diciembre 2008

La vanidad es mi pecado favorito

Quizá has podido ver esta película, El abogado del diablo, con una magistral interpretación de Al Pacino. No tiene desperdicio. Os ofrecemos una secuencia donde el diálogo se convierte en verdadera confesión de intenciones. Hasta que punto nos podemos llegar a creer nuestras propias mentiras y que hábiles para echar balones fuera.

No hay comentarios :

Publicar un comentario