13 diciembre 2008

Jesuitas de hoy (V)

CON LOS ABORÍGENES DE ANDHRA PRADESHDespués de la restauración, la Compañía de Jesús fue a Andhra por segunda vez, echando nuevas raíces, el año 1951. La misión comenzó con cinco Padres provenientes de Kerala y Tamilnadu que se habían formado como pastores y educadores. La instrucción era una urgente necesidad en el país y especialmente en Andhra Pradesh, ya que el analfabetismo era y es corriente debido a la pobreza y discriminación de castas.
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Leyendo los signos de los tiempos, en 1951 la Compañía de Jesús estableció en Vijayawada “Andra Loyola Collage”, que se desarrolló hasta ahacerse una excelente institución de enseñanza superior con facultades de letras y ciencias y ha celebrado recientemente sus bodas de oro.

La evaluación de la estrategia apostólica de los jesuitas en Andhrá Pradesh es una elocuente confirmación del discernimiento heredado de San Ignacio. En 40 años, a partir del retorno de la Compañía, la Provincia abrió 7 colegios. Pero en 1991 sometieron a discernimiento estos impresionantes resultados. Y cambiaron la ruta: “junto con los pobres hacia la liberación”. En esta peregrinación hacia la libertad descubrieron la colaboración con el gobierno regional y otras congregaciones religiosas femeninas.

Los planes de colaboración incluyen programas de adiestramiento para seguridad de los partos, personal sanitario y medicina herbaria. El programa de clases particulares ha tenido éxito inmediato; se escogieron 25 aldeas y adolescentes que habían hecho el décimo curso fueron empleados como profesores. Unos 785 niños aborígenes se están beneficiando anualmente de este programa y se les ayuda a entrar en un sistema escolar formal.

Al aumentar su capacidad y cultura, se asegura que los aborígenes puedan beneficiarse de las numerosas facilidades que les ofrece el gobierno pero que habían estado por mucho tiempo fuera de su alcance por falta de auto-confianza, dotes organizativas y apoyo del grupo. Todo ello ha hecho posible que los aborígenes reivindiquen sus derechos y mantengan su dignidad.

Extracto del artículo de Chiluvuru Rao, SJ y Jayaseelan, SJ
Anuario Compañía de Jesús 2009

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