23 noviembre 2008

Carlos de Foucault

Mi Dios y Señor, entra dentro de mí.
Entra y ocupa hasta las raíces de mi ser.
Señor, tómame por completo.
Tómame con todo lo que soy,
lo que tengo,
lo que pienso,
lo que hago.
Acoge mis deseos más secretos.
Tómame en lo más íntimo de mi corazón.
Transfórmame en ti por completo.
Libérame de resentimientos,
opresiones,
rencores,
retira todo eso, llévatelo.
Lávame enteramente.
Borra todo, apaga las llamas.

Deja en mí un corazón puro.
¿Qué quieres de mí?
Haz de mí lo que quieras.
Yo me abandono en ti.

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