El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) acaba de hacer pública su Memoria Anual 2007. Un extenso documento que detalla las numerosas acciones desarrolladas en los cinco continentes. El P.Kolvenbach reconocía que “nuestro servicio a los refugiados es un compromiso apostólico de toda la Compañía…un examen real de nuestra disponibilidad hoy en día”. Fue él mismo quien dijo: "No hemos sido llamados para quedarnos siempre en el mismo lugar, con la misma gente, sino para ser como San Pablo, para empezar algo e irnos al terminar nuestra labor, constantemente en busca de necesidades de las que nadie se ocupa".
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