27 julio 2008

Cúrame. Despiértame

Señor! Cuando me encierro en mí, no existe nada: ni tu cielo y tus montes,tus vientos y tus mares; ni tu sol, ni la lluvia de estrellas. Ni existen los demás ni existes Tu, ni existo yo. A fuerza de pensarme, me destruyo. Y una oscura soledad me envuelve, y no veo naday no oigo nada.
Cúrame, Señor, cúrame por dentro, como a los ciegos, mudos y leprosos, que te presentaban. Yo me presento. Cúrame el corazón, de donde sale, lo que otros padecen y donde llevo mudo y reprimido el amor tuyo, que les debo.
Despiértame, Señor, de este coma profundo, que es amarme por encima de todo. Que yo vuelva a ver (Lc 18, 41) a verte, a verles, a ver tus cosas, a ver tu vida, a ver tus hijos.... Y que empiece a hablar, como los niños, -balbuceando-, las dos palabras más redondas de la vida: ¡PADRE NUESTRO!

No hay comentarios :

Publicar un comentario