27 junio 2008

Ordenación sacerdotal (3)

Hoy ofrecemos el testimonio de René Micallef, jesuita maltés que será ordenado el próximo 3 de julio: “He aprendido de mis padres, creyentes y practicantes, a examinar todas las posibilidades en la vida y a no rechazar nada simplemente porque así suelen hacerlo los demás. He aprendido de mis profesores y acompañantes jesuitas, ya durante mi adolescencia, a buscar la voluntad de Dios en mi vida, y a preguntarle en la oración en qué vocación le puedo servir mejor a Él y al mundo. Después de varios años de discernimiento, descubrí que mi casa era la Compañía de Jesús y mi deseo más profundo era vivir en ella como sacerdote. Ser sacerdote significa para mí muchas cosas. Es ser un cauce de la misericordia de Dios, de su infinito deseo de consolar a su pueblo y acompañarlo en la vida de cada día. Es ser testigo del deseo de Dios que tiene la gente, y del deseo del hombre que tiene Dios. Es ser signo vivo y eficaz de la mediación del Único Mediador, el Cristo, presente en la vida de su Iglesia por su Espíritu; por esto quiero en todo momento reflejar una perspectiva sobre el rostro inagotable de Jesús, rostro hecho de una infinidad de rostros”

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