
A la llegada al aeropuerto de Beijing nos recogieron algunos del equipo organizador y nos dirigimos a la ciudad. Después de un buen rato de autopista de cuatro carriles e interminables avenidas llegamos a la Universidad Internacional de Economía donde nos alojaremos estas semanas.
El cielo esta lleno de polvo y suciedad, de forma que no se puede ver el sol. La contaminación se percibe en el ambiente. También hay muchas bicis por las calles. Toda la autopista que conduce del Aeropuerto a Beijing está flanqueada por una interminable plantación de chopos que tiene por finalidad maquillar y dar un aspecto de frescura y limpieza que la atmósfera desmiente rápidamente.

Al llegar a la Universidad nos dieron tiempo para instalarnos. La diversidad del grupo de jesuitas es notable: asiáticos de Korea, Vietnam, Filipinas, Taiwán, India; bastantes europeos, un camerunés, cuatro norteamericanos y un uruguayo. Esta noche esperamos descansar bien, ya que se notan los efectos del "jet-lag", ya seguiré contando cuando pueda conectarme, mientras tanto un abrazo, Jaime"
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