El hermano jesuita

Según el Padre Arrupe, Superior General de la Compañía de Jesús entre 1965 y 1983, los hermanos se caracterizan por el servicio, la comunión y la entrega de sí mismos. Los jesuitas hermanos buscamos servir al modo de Jesús, que lavó los pies a sus discípulos en la Última Cena (Jn 13, 15). Intentamos también trabajar por la comunión, para que el mundo sea más fraterno y así ayudar al cumplimiento de la oración de Jesús: “Que todos sean uno lo mismo que lo somos tú y yo, Padre” (Jn 17,21). La entrega de nosotros mismos busca transparentarse en nuestra propia vida religiosa: pertenecemos a Dios y nada de lo humano le es ajeno. En palabras del Padre Hurtado: “consagración entera; una vida sin compartimentos, sin jubilación, sin jornada de ocho o doce horas. Toda la vida entera y siempre para vivir la vida de Cristo.”