28 mayo 2008

Oración de Pablo VI

Padre, yo no existía
y Tú me has pensado;
Tú me has llamado de la nada
y me has concedido el don de responder: yo soy
Tú has guiado con secreta Providencia
la vida de mi existencia
Tú has dispuesto las etapas de mi camino.

Me has llamado desde lejos
para que yo te respondiera cercano.
Soy, criatura en tus manos,
arcilla deforme e imagen de tu rostro.
Rehaz en mí tus semablantes
y no me juzgues si los olvido.

Yo soy frágil en tus potentes manos,
mi debilidad es señal
de tu dominio;
pero tus manos son piadosas:
socorren y sostienen,
castigan y vivifican.

Yo dejaré en ellas mi vida,
donde nada se pierde,
perderé mi ser en Ti, Padre mío,
mi principio y mi fín.

No hay comentarios :

Publicar un comentario