28 febrero 2008

Oración del P.Arrupe

Tú, Madre, has sido la que influiste más en tu Hijo. Tú fuiste la única que comunicó al Verbo su cuerpo para ser encarnado. Tu mano, suave, llena de amor indecible, fue formando aquel hombre que había de llevar una vida de trabajador humilde, y que, después de vivir pobremente la vida de apóstol, se ofreció desnudo sobre el ara de un leño áspero, símbolo de la ignominia. Ayúdanos, Madre, y fórmanos como otro Jesús. Tú puedes hacerlo de un modo muy especial. La mano de madre es insustituible. No se ha inventado ni el hombre podrá inventar jamás con toda su técnica ningún sustitutivo para la mano y el corazón de una madre. Te lo pido, Señora: “Muestra que eres Madre”. Ponme con tu Hijo y hermano mayor mío, Jesús.

2 comentarios :

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. HOLA!! MI NOMBRE ES ANÍBAL ESTUDIANTE JESUITA DEL FILOSOFADO DEL PERÚ, QUERÍA DECIRLES QUE ME GUSTA EL BLOG QUE TIENEN CON BUENOS RECURSOS PARA EL TRABAJO PASTORAL. QUE DIOS LOS BENDIGA Y LES ANIME A SEGUIR VIVIENDO CON ALEGRÍA ESTE SER HOMBRE PARA LOS DEMÁS COMO COMPAÑEROS DE JESÚS

    ResponderEliminar