05 febrero 2008

Las vocaciones y el P.General

“Me gusta pensar la vocación jesuita en términos de profundidad, pues esto nos quita la autosatisfacción de decir: ‘estoy haciendo un buen trabajo’. Eso no basta. De todos se espera que hagan un buen trabajo. Estamos llamados a algo diferente. Si estás en el trabajo social, este trabajo te lleva a la espiritualidad. Las personas son llevadas a cambiar actitudes, a estar orientadas más hacia la comunidad, más dispuestas a repartir, menos preocupadas con ellas mismas. Este sería un modo jesuítico de trabajar. Si estás en la educación, es lo mismo: buscas el cambio en el modo de actuar de la gente. No formamos competidores en las universidades, sino personas que miran de otra manera a la realidad y a si mismos. Así actuamos según nuestro modo de proceder”

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