19 enero 2008

Tras ser elegido el nuevo P.General (2)

Estancias de san Ignacio (Roma)

Luego, el más anciano de los cuatro electores (Provincial de Ecuador) se dirige al P. General, recordándole las cualidades que debe tener, ampliamente desarrolladas en el capítulo segundo de la parte IX de las constituciones: "Paternidad, el Señor le ha elegido como sucesor de S. Ignacio, como guía de su Compañía. Recuerde las cualidades que las Constituciones recomiendan que se deben esperar del Prepósito General: que esté siempre íntimamente unido al Señor, para que la familiaridad con Dios en la oración y en toda su actividad sea fuente de gracia para todo el cuerpo apostólico de la Compañía. Que sea para nosotros ejemplo de virtud, que resplandezca en Usted la caridad hacia los otros y la verdadera humildad: esto le constituirá amable delante de Dios nuestro Señor y delante de los hombres. Libre de las pasiones, viva con mortificación y rectitud, para que su juicio sea siempre limpio y todos seamos edificados por su integridad. Sepa combinar la bondad con la firmeza, la justa indulgencia con la severidad, para que en todo se transparente la caridad de Cristo, el Señor. Soporte con fortaleza de animo las debilidades de tantos y persevere con constancia frente a las adversidades, confiando no en sus fuerzas, sino en el amor y en la gracia de Dios. Sea recto en la doctrina, sabio en sus juicios, prudente en sus decisiones, lúcido en el discernimiento de espíritus, vigilante en el conducir a buen fin aquello que se le ha confiado. No buscará la estima y los honores de los hombres, busque más bien agradar solo al Señor, para recibir de Él la recompensa justa. Ame la Compañia, no como una posesión suya, sino como aquello que se le ha encomendado, para que dé frutos multiplicados de caridad y de servicio, y cuando vuelva el Dueño de la viña, sepa que dará cuenta de ella en su juicio misericordioso. Recuerda, por tanto, que nos has sido dado como guía, para que todos mirándole y siguiendole, desde nuestra propia vocación, podamos perseverar y crecer en este camino que conduce al Señor y lleva el fin para el que hemos sido creados y llamados. Aquello que el Padre bueno ha comenzado en Usted, lo lleve a cumplimiento para el bien de la Iglesia, de la Compañía y de los hombres. En todo amar y servir."

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