24 enero 2008

Seguirte

No he sentido tu llamada de golpe. Ha sido un susurro constante, como lluvia tenaz, llovizna total que ha terminado por empaparme. Camino con demasiadas preocupaciones, con plomo en los pies, sin riesgo, atento a los controles sociales. Respiro conteniendo el aire de mis pulmones. Y, sin embargo, siento tu voz. El silencio evoca tu presencia, y los montes que contemplo proclaman tu palabra que se confunde con el eco de mis sentimientos. Quiero seguir. Dame valor para responderte, para abrirme camino por tus sendas.

No hay comentarios :

Publicar un comentario