07 diciembre 2007

Mar adentro

“Quien no se lanza mar adentro nada sabe del azul profundo del agua, ni del hervor de las aguas que bullen. Nada sabe de las noches tranquilas cuando el navío avanza dejando una estela de silencio. Nada sabe de la alegría de quedarse sin amarras, apoyado sólo en Dios, más seguro que el mismo océano. Desventurado aquel que se queda en la orilla y pone toda su esperanza en tierra firme, la de los hombres razonables, calculadores, seguros de sí mismos, que se imaginan ricos y están desnudos, que creen construir para siempre y sólo amontonan ruinas que siempre les acusarán” (P.Lyonnet).

1 comentario :

  1. Les agradezco la publicación del mismo pero me gustaría que se exponga la siguiente manera:
    Quien no se lanza mar adentro…





    Quien no se lanza mar adentro

    nada sabe del azul profundo del agua,

    ni del hervor de las aguas que bullen.

    Nada sabe de las noches tranquilas,

    cuando el navío avanza

    dejando una estela de silencio.

    Nada sabe de la alegría

    de quedarse sin amarras,

    apoyado sólo en Dios,

    más seguro que el mismo océano.



    Desventurado aquel que se queda en la orilla

    y pone toda su esperanza en tierra firme,

    la de los hombres razonables,

    calculadores, seguros de sí mismos,

    que imaginan ser ricos y están desnudos,

    que creen construir para siempre

    y sólo amontonan ruinas que siempre les traicionan

    Autor: Daniel Fernando Caminoa Lizarralde

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