¿Qué le vamos a hacer?

H.H. trabajaba para una empresa de telecomunicaciones. Encargado de las contrataciones y despidos del personal, se ha visto metido en situaciones por las que hubiera preferido no pasar y sobre todo no hacer pasar a otros. ¿Qué le vamos a hacer? La ley del mercado. La última temporada ha sido especialmente tensa y no la ha soportado: acabó por romperse y un buen día se encontró ante el espejo preguntándose qué estaba haciendo con su vida y sobre todo qué estaba haciendo con la vida de la gente. Junto a la desazón que experimenta reconoce una paz que emerge de algún lugar recóndito de su corazón que le pacifica y le reconcilia. Identifica una fuerza que él no se está dando a sí mismo porque está demasiado agotado y esa fuerza le vuelve a poner en pie y le posibilita dar un giro radical a su vida: “Dios está detrás de lo que me está sucediendo”, reconoce sin el menor reparo. Intuye que Dios le está llamando. Por ahora necesita tiempo.