31 julio 2007

Festividad de san Ignacio de Loyola

En la víspera del 31 de Julio, San Ignacio de Loyola, postrado en su lecho de enfermo, llamó al P. Polanco y le rogó "que fuese a San Pedro y procurase hacer saber a Su Santidad (Paulo VI), cómo él estaba muy al cabo y sin esperanza o casi sin esperanza de la vida temporal, y que humildemente suplicaba a Su Santidad le diese su bendición a él y al Maestro Laínez, que también estaba en peligro". "Yo repliqué -dice Polanco-: ¿tanto mal se se siente V. R. como esto? Díceme: yo estoy que no me falta sino respirar". Ignacio de Loyola entró en agonía, y "antes de dos horas de sol", y a la edad de 65 años, a los 35 de su conversión y 16 años después de confirmada la Compañía por el Papa, estando presentes el Padre Madrid y el Maestro Andrés de Frusis, dio el alma a su Criador y Señor, sin dificultad ninguna, como era de esperarse, pues Ignacio, según Goncalves da Camara, "pensando en la muerte, tenía tanta alegría y tanta consolación espiritual en haber de morir, que se derretía todo en lágrimas". "No llamó a sus hijos para darles la bendición, nombrar sucesor, hacerles las últimas recomendaciones; sino que silenciosamente casi furtivamente, sin ostentación ni aparato, dejó este destierro para presentarse, como un siervo bueno y fiel, ante su Rey y Señor".

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