12 mayo 2008

De una vez

Me parece, Señor, que sería capaz de llevar a cabo algunos actos extraordinarios... de una vez. Una acción que movilizaría todo mi ser, al conmoverme una miseria, al rebelarme ante una injusticia, ante el peligro de uno de los míos. Creo algunos días que sería capaz de arriesgar mi vida, incluso darla, en bloque, de golpe, por un ideal, por la persona amada, por mi hijo...y hasta quizá por el de otros. Y si esta idea secretamente, me permite sentirme algo orgulloso, también me tranquiliza, porque tú nos dijiste, Señor, que dar la vida por los otros es la mayor prueba de amor que puede existir. Pero lo que me humilla, y me desanima con frecuencia, es que soy incapaz de dar mi vida poco a poco, en trocitos, día a día, hora a hora, minuto a minuto, dar, dar siempre,...y darme. No puedo, pese a ser lo que seguramente me pides. (Michel Quoist)

No hay comentarios :

Publicar un comentario